lunes, 11 de marzo de 2013

Sobre pseudociencia: alquimia

Un ejemplo de pseudociencia que estuvo durante siglos considerada una ciencia fue la alquimia. Ésta fue una práctica que combinó elementos de lo que hoy son la química, la metalurgia, la física, astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte y algunos historiadores de la ciencia, no todos, la consideran precursora de la moderna química. Al contrario que la astrología, que sigue teniendo muchos seguidores en la actualidad, la práctica de la alquimia prácticamente desapareció durante el siglo XIX. Sin embargo, en la actualidad quedan únicamente algunos seguidores, aunque para la mayoría de ellos se haya convertido en una corriente filosófica que ya no sigue los mismos objetivos. Con este primer acercamiento a la alquimia, se puede ver claramente por qué es una pseudociencia.


En primer lugar, se incluyen otras pseudociencias "menos serias" en la alquimia. La astrología, de la cual ya se explicó en su momento que estudiaba la influencia de los astros sobre las vidas sin ningún apoyo científico ni teniendo en cuenta hechos empíricos. La semiótica, que estudia la interpretación que hacen los sentidos de algunas palabras en función de las distintas sociedades y, por lo tanto, tampoco se apoya en circunstancias científicas, sino en cuestiones subjetivas marcadas por el contexto histórico-cultural. El misticismo, que apela a experiencias muy trascendentales que persiguen la más íntima unión del alma humano o lo Sagrado con existencia terrenal, es decir, que se apoya en dioses, figuras mitológicas, creencias. Y el espiritualismo, que persigue el contacto del ser humano con espíritus y almas muertas.

En segundo lugar, la ambigüedad existente en la alquimia es obvia. Se combinan ciencias "de autoridad" como la física, la química, "impostores" como los citados anteriormente, técnicas como la metalurgia, y el arte, que tiene que ver con la expresión humana. Esta mezcla tan heterogénea deriva en que, probablemente, la alquimia no tenga una terminología específica y que emplee palabras muy genéricas y poco específicas como "fuerza", "energía", "objeto", "elemento".

En tercer lugar, forman parte de esta falsa ciencia disciplinas creadas por el ser humano para su beneficio, como la metalurgia, que es la técnica de obtención y tratamiento de metales a partir de minerales, o el arte, que es una actividad únicamente humana dedicada a la expresión estética o emotiva de sensaciones o sentimientos. Es decir, que ni siquiera intentan ser ciencias que expliquen y demuestren algo; se podría decir que son recursos del ser humano para su mejor vivencia.

En definitiva, que la alquimia es una pseudociencia en toda regla debido a la presencia de otras pseudociencias dentro de ella, a la ambigüedad que muestra debido a la mezcla de disciplinas sin ningún criterio justificado, y a la existencia de especialidades surgidas del ser humano. Además, actualmente es más "pseudociencia" que cuando estaba a la orden del día porque se ha desvinculado de sus fines "científicos" para centrarse en aspectos metafísicos.

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